VOCES DE LA MEMORIA : RECORDANDO A RIGOBERTO PIZARRO, UN LUCHADOR POPULAR

Guillermo Correa Camiroaga, Valparaíso 30 de julio 2017


El 20  de agosto de 2017 se cumplen 30 años de la muerte al interior de la Cárcel de Valparaíso del Luchador Popular Rigoberto Pizarro Peña, quien desde su condición de poblador desarrolló una lucha decidida en contra de la dictadura por la conquista de los derechos del pueblo, asumiendo posteriormente tareas militantes frontales en contra de la tiranía en el  MIR, y en ese quehacer fue detenido y hecho prisionero, sufriendo brutales torturas antes de ser trasladado al recinto carcelario.
Rigoberto, uno hombre humilde, sencillo y sensible, con una enorme corazón rebelde y un inmenso amor por la libertad, optó por ofrendar su vida y volar alto como un pájaro libre transformado en energía, antes de continuar confinado entre cuatro paredes, lejos de su familia y de la lucha por la justicia social.
Ex compañeros de lucha de la ODEPO (Organización de Defensa de los Derechos Poblacionales), junto a una de sus hijas, Ema, organizaron un acto en homenaje a su memoria el sábado 29 de julio, en la Plazoleta de la Memoria de los Ex Presos Políticos, ubicada en el frontis de la Ex Cárcel de Valparaíso. Un gran número  luchadores y luchadoras populares se congregaron en este lugar para entregar su testimonio, sacar del olvido la figura de Rigo y realizar un emotivo acto por la dignidad y la recuperación de la Memoria Histórica.
Recuperar este espacio ubicado en el exterior de la ex cárcel es de suma importancia, pues tiene un gran significado simbólico,  en primer lugar es precisamente en este lugar en donde se encontraban los familiares, amigos, compañeras y compañeros que venían a visitar a los Presos Políticos, y por otra parte, porque este espacio permite de alguna manera contrarrestar el olvido, que, con la remodelación de la Ex Cárcel transformada hoy en “parque cultural”, se ha pretendido implementar, ya que incluso se destruyeron las celdas en donde estuvieron recluidos los compañeros, con un claro objetivo de borrar la memoria de dicho lugar.


La Plazoleta de la Memoria fue inaugurada por el Colectivo Cultural y de Derechos Humanos Cine Forum el año 2016, con la instalación de una Placa de Bronce y la realización de un Mural en donde están los rostros de Presos políticos que estuvieron en esta cárcel, entre ellos el rostro de Rigoberto Pizarro, y fallecieron al interior de ella o en otras circunstancias y lugares en el combate en contra de la dictadura.

Haciendo un ejercicio de rescate de la Memoria Histórica, en el BOLETÍN CODEPU N° 38 del mes de Agosto de 1987 se puede leer el discurso de despedida que el Comité de Defensa de los Derechos del Pueblo realizó en el Cementerio Santa Inés. Allí, bajo el título “Despedida a un Luchador Popular”, textualmente se expresa:
“Hoy nos encontramos despidiendo al Compañero RIGOBERTO PIZARRO PEÑA: un Poblador, un Trabajador, un Preso Político, un Luchador Popular.
 Rigoberto vivió y conoció la Dictadura Militar. Sufrió, como parte del Pueblo chileno, el hambre y la miseria provocadas por la implementación de un modelo económico funcional a los grandes patrones nacionales e internacionales y al Imperialismo Norteamericano. Conoció de las muertes, de los desaparecimientos, de la tortura y el exilio de miles de compatriotas, atrocidades cometidas por un Régimen de Contrainsurgencia que, basado en la Doctrina de la Seguridad Nacional, pretende someternos por el terror.


El Compañero Rigo no aceptó esta situación y luchó con todas sus fuerzas contra la Dictadura. Esta consecuencia Revolucionaria, practicada primero en el frente poblacional, lo llevó a asumir un compromiso superior, militante, jugándose por entero en pos de la liberación del Pueblo Chileno.
Rigo fue apresado por el Régimen y en contra de él se descargó toda la furia y bestialidad de la Tiranía. Sufrió la tortura y la prisión. Al interior de la cárcel vivió la situación de rehén, la discriminación, la inseguridad y la violencia – tanto física como psicológica –que se ejerce sobre los Presos Políticos.
Esta situación, a partir de la venida del Fiscal Torres a nuestra Región, se agudizó enormemente y los allanamientos, interrogatorios e incomunicaciones, sumados a la situación bestial de las Fuerzas Especiales Antimotines de Gendarmería, crearon un clima de inseguridad extrema y de terror.
Todo lo anterior es una expresión elocuente de la violación directa de los Derechos Humanos en nuestra Patria, lo cual se suma a la violación de los Derechos Humanos Colectivos en el plano social, político, económico, ideológico y cultural.
Nosotros, como CODEPU, concebimos los Derechos Humanos desde una posición de clase y estamos convencidos que el respeto cabal de los Derechos del Pueblo sólo podrá ser efectivo en una sociedad en donde el Pueblo sea protagonista, en donde el Pueblo sea Poder: es decir, en la Sociedad Socialista.
Aspiramos a una Vida Plena, en donde no exista el hambre, la miseria, la opresión ni la explotación.
Por esto mismo luchaba Rigo, a quien la maraña infame y bestial de la Dictadura, agudizada y expresada en una presión psicológica insoportable, lo llevó a acometer en contra de su propia vida.
Nosotros responsabilizamos directamente a la Dictadura de la muerte de nuestro Compañero. Esto debe quedar muy claro y lo enfatizamos: esta es una muerte provocada por la Dictadura.
El dolor que hoy sentimos, esta rabia que hoy nos invade, no nos debe inmovilizar. Por el contrario, debemos transformarla en Pueblo Organizado, en conciencia creativa y en fuerza liberadora. Debemos sumir que, desde nuestros diferentes niveles y perspectivas, vayamos construyendo esa fuerza necesaria para derrotar a la Dictadura y avanzar en la construcción de una Nueva Sociedad en donde la Justicia, la Libertad y la Vida Plena, sean ejercicio soberano del Pueblo.
Compañero Rigoberto, contigo seguimos adelante hasta la Victoria Final. ¡VENCEREMOS!”


Durante el Acto de Memoria en Homenaje a Rigoberto Pizarro hicieron uso de la palabra ex compañeros y compañeras de lucha, como asimismo intervino a nombre de la familia Pizarro su hija Ema , quienes entregaron sus testimonios relacionados con la memoria y la muerte de este Luchador Popular.


Gabriela Palleras, ex integrante de la ODEPO ( Organización de Defensa de los Derechos Poblacionales) , expresó:
“El día en que murió el Rigo fue uno de los días más amargos que como ODEPO nos tocó vivir. La muerte del Rigo fue para nosotros un golpe brutal. Nosotros los pobladores y pobladoras éramos muy unidos. El Rigo era una persona sencilla, cariñosa. En muchas ocasiones le he dicho a su hija que Rigoberto, su padre, fue una persona que luchó toda su vida y que tal vez en algún momento, pienso, se vio agobiado por la cárcel y por la brutal represión y tortura a la que fue sometido, pero todo lo que él hizo fue dentro de un marco de entrega total. Me gustaría tener una palabra precisa para definir al Rigo, y lo que se me viene a la mente es que Rigoberto era un muy querido compañero.”


Por su parte, Gabriela Correa, ex integrante del CODEPU V REGIÓN  (Comité de Defensa de los Derechos del Pueblo), manifestó:
“Me recuerdo que la mañana de la muerte del Rigo, estábamos en la oficina del CODEPU con su compañera, la Norma, tratando de ver como comunicarle lo sucedido al compañero Rigoberto, en la forma menos violenta posible, cuando escuchamos que por la calle Esmeralda viene una marcha de alrededor de unos trescientos compañeros, entre pobladores y estudiantes, gritando consignas en contra de la dictadura y también coreando a viva voz “ Compañero Rigoberto Pizarro, ¡Presente!, ¿quién lo mató? ¡La dictadura! Y ¿quién lo vengará? ¡El Pueblo!, y ¿cómo cresta compañeros?: ¡Luchando creando poder popular!”…  y de esa forma la Norma se entera. Fue un enorme golpe psicológico que la desmoronó, pero gracias al acompañamiento de un grupo humano representado por las integrantes de las distintas agrupaciones que se coordinaban en el CODEPU, fue posible intervenir, acompañarla y poder entregarle un apoyo fundamental tanto para la Norma, como para sus hijos, en esas dolorosas circunstancias. Más adelante fue más doloroso aún cuando le planteamos a Norma que tenía que emigrar junto s sus tres hijos, Patrik, de 10 años, la Ema 8 años y la Tamara de 5 años, porque aún cuando nuestra solidaridad era total en esos momentos con ella y su familia, no teníamos los medios para poder entregar una solidaridad efectiva y constante en el tiempo para que los niños pudieran alimentarse, educarse y salir delante de buena manera.

Por esa razón debieron partir al exilio. La inserción de todos ellos fue muy dura en Suecia, pero afortunadamente hoy día tenemos tres muchachos fantásticos que han salido adelante en forma exitosa y no se han desligado de Chile; Norma también ha podido rehacer su vida y eso, visto en la perspectiva que nos da el  tiempo, nos deja conformes con el apoyo que como CODEPU entregamos en esas lamentables circunstancias, ya que nos permite poner la historia en el presente, no sólo con sus dolores, sino también con sus alegría y esperanzas.”


Ángel Moya, ex Preso Político, compañero de militancia y de lucha de Rigoberto relató durante su intervención:
“Pienso que traer la memoria al presente y proyectarla hacia el futuro tiene que ver fundamentalmente con cosas valóricas, puesto que hoy en día todo nuestro quehacer cotidiano está invadido, está lleno de aquello que llamamos neoliberalismo y se expresa en las relaciones que establecemos, y nos cuesta rescatar el sentido más profundo de lo que fue el compromiso que todavía nos mantiene recorriendo nuevos caminos. El Rigo para mí representa esos valores y esas convicciones de lo que es correcto y necesario asumir.

 En ese sentido, es en ese  contexto en que se da la muerte del Rigo. La muerte del Rigo se da a partir de la fuga de los compañeros del Frente. Nosotros como Presos Políticos habíamos logrado ganar tal nivel de espacio en la cárcel que, a diferencia de la población común, no se nos contaba. Se produce la fuga a las seis o siete de la tarde en ese mes de agosto y cuando nos damos cuenta de ello nuestro objetivo fue cubrir y proteger aquella fuga. Salimos al día siguiente al patio en forma normal y Gendarmería no se da cuenta de la fuga; al día subsiguiente teníamos visita y salimos todos los Presos Políticos a visita y esta se desarrolló normalmente. Volvimos nuestro lugar de encierro y nadie supo de la fuga durante la visita. Al día siguiente, nuevamente un día normal y al cuarto día, por alguna razón que en algún momento se sabrá, al Gendarme a cargo del recinto se le ocurre pasar la lista y ahí recién, después de 4 días, Gendarmería se dio cuenta de la fuga. Esto significó una lucha intensa al interior de los Presos Políticos, con mucha tensión, mucho temor,  y con posiciones encontradas en relación con aquellos que decían que había que informar la fuga y de aquellos que decíamos que había que cubrir el camino de los compañeros. Después que se supo, este recinto fue tomado por el Fiscal Torres, el siniestro Fiscal Torres de aquella época. Desalojaron incluso a las autoridades de Gendarmería y se hicieron cargo del recinto bajo un clima de represión. Uno que otro compañero fue separado y algún nivel de información obtuvieron. En ese clima de tensión y bajo ese nivel de amenazas, Rigo toma la decisión que tomó.  Y aún así, con lo doloroso que eso resulta, constituye un verdadero acto de dignidad el estar dispuesto a entregar la vida para no cometer algún tipo de error que pusiera en riesgo a los demás compañeros. Pienso que esa fue la motivación fundamental de su decisión. Esa dignidad refleja una voluntad de compromiso militante de entregarlo todo…”

Por último, cerrando esta emotiva actividad de Memoria, Ema, una de las hijas de Rigoberto, manifestó lo siguiente:
“Hoy represento a mi familia Pizarro y quiero agradecerles a todos por estar aquí acompañándome y también a todos quienes me apoyaron para podre hacer posible este Acto. Mi padre murió el año 87 aquí en esta cárcel. El motivo de este encuentro para mí significa NO OLVIDAR, no olvidar lo que pasó durante los años de la dictadura y la represión que vivió nuestro pueblo. No olvidar la lucha de aquellos que ya no están con nosotros. Nosotros hoy somos sus voces, porque aunque ya no estén aquí, dejaron unas semillas que seguirán sus ejemplos, valores y convicciones. También hoy están presente compañeros y compañeras que fueron parte de esta lucha a quienes también dedico este homenaje. La tarea en aquellos tiempos no fue fácil para ustedes, pero jamás perdieron  la esperanza que sí podían derrotar al dictador. No hay nada que justifique esas violaciones que se cometieron contra nuestras compañeras y compañeros. En estos momentos se siguen violando los Derechos Humanos de nuestro Pueblo y la lucha continúa en contra de la represión que seguimos sufriendo. A las compañeras y compañeros que hoy no están presentes con nosotros les digo: ¡PRESENTE, AHORA Y SIEMPRE!”


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