11 DE SEPTIEMBRE:UNA HERIDA ABIERTA

Guillermo Correa Camiroaga, Valparaíso 12 de septiembre 2016  
"La patria se desangra
su corazón no late
los colores de primavera
son matices mortecinos
que enlutan nuestro territorio"
( martes 11 de septiembre ’73)
“¡Levántese compadre, hay Golpe de Estado!”. Eran exactamente las 6,30 horas de la mañana del día martes 11 de septiembre de 1973 cuando mi hermano pronunció dicha frase a los pies de mi cama. Había regresado a nuestra casa ubicada en el centro de Quilpué después de haber sido interceptado a la altura del puente de Paso Hondo- cuando se dirigía hacia el Pedagógico en Playa Ancha donde era Profesor- y conminado a regresar por una patrulla de Infantes de Marina en tenida de guerra y con la cara pintada apostados en dicho lugar, que impedían el paso de vehículos hacia Viña y Valparaíso. Una vez más Valparaíso fue “pionero” y en esta oportunidad el Golpe de Estado se inició desde acá impulsado por la Armada. 

En el libro “Bitácora de un Almirante-Memorias”, de José Toribio Merino, se describe detalladamente cómo el Estado Mayor de la Primera Zona Naval de Valparaíso, cuyo Comandante en Jefe era José Toribio Merino, fraguó, planificó y llevó a la práctica el denominado “Plan Cochayuyo”, que comenzó a implementarse a mediados del año 73, realizando allanamientos  con la excusa de buscar armamento, en base a las facultades entregadas a las Fuerzas Armadas por la Ley de Control de armas aprobada en el Congreso en octubre del año 72. Relata, en este libro, como esto sirvió para foguear a los uniformados en estas tareas, ya que se utilizaba siempre el mismo personal uniformado para realizar reiterados allanamientos en un mismo lugar, de manera que fueran interiorizándose de todos los detalles. Explica que una de las preocupaciones fundamentales era el estar preparados para silenciar los medios de comunicación, por eso en los allanamientos efectuados en distintas radioemisoras regionales se utilizó siempre al mismo contingente especializado en telecomunicaciones y , por lo mismo, a las 6 de la mañana estuvieron muy bien preparados y se hicieron cargo sin problemas de las emisiones radiales  regionales el día 11 de septiembre, las cuales empezaron a trasmitir bandos y marchas militares inmediatamente.
 Mientras en otros lugares del país la situación no era tan clara en las primeras horas de la mañana del martes 11, pudiéndose todavía  escuchar  algunas emisoras de Santiago que aún se mantenían al aire, lo que permitió enterarse de la llegada del Presidente Allende a la Moneda y escuchar a través de Radio Magallanes el último discurso del Compañero Allende,  acá en la provincia de Valparaíso, en cambio, el control era total por parte de la Armada de Chile.

Por lo anteriormente expuesto, en forma muy resumida,  es incomprensible, vergonzoso y un atentado a la dignidad humana que después de 43 años de ocurrido el Golpe de Estado exista una estatua del Almirante Merino, principal gestor del alzamiento militar, de más de tres metros de alto, empotrada en los jardines del museo Marítimo y Naval de Playa Ancha, dentro de las dependencias de la que fue la antigua Escuela Naval.  En la placa ubicada a un costado del monumento están inscritos los nombres que aportaron recursos para su construcción:

Pedro Alliende, Manuel Arztía, José Avayú, Félix Bacigalupo, Gonzalo Bofill, Hernán Briones, Hernán Büchi, Carlos Cáceres, Jorge Claro, Ricardo Claro, Andrés Concha, Ramón Covarrubias, Roberto de Andraca, Sergio de Castro, Eugenio Heiremans, Juan Hurtado,  Alberto Kassis, Roberto Kelly, Felipe Lamarca, Santiago Lorca,  Bernardo Matte, Eliodoro Matte, Tsuyoshi Nichimura, Bruno Philippi, Gonzalo Vial, Wolf Von Appen



Y  dentro de la antigua Escuela Naval funcionó la Academia de Guerra Naval y el Cuartel Silva Palma como lugares de reclusión  y tortura, donde sufrieron horrores cientos de hombres y mujeres, muchachos y muchachas, incluso adolescentes como ha quedado judicialmente establecido la semana recién pasada, cuando el Ministro en Visita por causas de Derechos humanos, Jaime Arancibia,  sometió a proceso y dictó prisión preventiva para 11 funcionarios en retiro de la Armada y a un ex funcionario de Investigaciones por  “ secuestro y grave daño” en contra del menor  Marco Contardo Guerra, de 15 años de edad en ese entonces , quien , de
acuerdo con antecedentes de la resolución del Ministro Arancibia que aparecen consignados en el portal web de Radio UCV : “fue detenido en su domicilio en Playa Ancha en Valparaíso, junto a su madre y su abuela, por un destacamento de la Armada a cargo de un oficial y además por un detective de Investigaciones, siendo llevados hasta la Academia de Guerra Naval, donde fue sometido a torturas, aplicándosele golpes y corriente eléctrica, por personas no identificadas pues tenía la vista vendada, siendo su madre obligada a presenciar el maltrato, posteriormente fue llevado detenido al barco Lebu (…)”. 
La presencia de la estatua de Merino es una ofensa intolerable para la memoria de los miles de torturados, ejecutados y detenidos desaparecidos, como también para sus familiares y el pueblo chileno en general, y la desidia por parte de las Autoridades gubernamentales por terminar con esta ignominiosa situación, podríamos, con toda justicia, después de tantos años, llegar a calificarla como una actitud de cobardía y pasiva complicidad.
Precisamente buscando terminar con esta vergonzosa situación, diversas Organizaciones de Derechos Humanos de Valparaíso se dieron cita este 11 de septiembre, a las 12 horas, en el Paseo 21 de Mayo para exigir  “desmonumentar de la estatua de Merino”. Esta iniciativa se viene realizando los días  11 de cada mes, desde el 11 de septiembre del 2013,  impulsada por el Colectivo Cine Forum.
 Los manifestantes se congregaron en las afueras del Museo Naval  el día domingo  para dar a conocer a los numerosos transeúntes, la mayoría de ellos turistas, el significado y carácter represivo de las instalaciones de la Armada que se encuentran en los alrededores de este lugar, como asimismo la presencia de la estatua de Merino en los jardines del Museo, entregando además sus propios  testimonios de las torturas sufridas a manos de marinos. La consigna “¡Fuera  la estatua de Merino, por golpista y asesino!”, fue coreada  enérgicamente por las y  los manifestantes.
 Nelson Cabrera, integrante del Colectivo Cine Forum, relató en su intervención las iniciativas que se están llevando adelante para lograr eliminar el monumento a Merino y también para establecer como sitio de Memoria el Cuartel Silva Palma.

Después  de la funa realizada en este lugar, los manifestantes bajaron marchando desde el Paseo 21 de Mayo en Playa Ancha hacia la Plaza Sotomayor, siendo aplaudidos, vitoreados o con otras muestras de adhesión a lo largo del trayecto.  Al llegar al  edificio de la Primera Zona Naval (ex Intendencia) desplegaron sus lienzos  en el frontis en señal de protesta.
Junto a otro grupo de manifestantes reunidos en la plaza, continuaron la marcha por las calles del centro de Valparaíso para dirigirse  hacia el Memorial a los Detenidos Desaparecidos y Ejecutados Políticos, ubicado en Avenida Brasil y continuar con las actividades de conmemoración del 11 de septiembre.
A la altura de la Plaza Aníbal Pinto la marcha se detuvo, lugar en donde el Colectivo “La Huacha Feminista” rindió un homenaje a las mujeres Ejecutadas y Detenidas Desaparecidas durante la dictadura cívico- militar, nombrando a cada una de ellas a viva voz, mientras después de cada nombre las y los manifestantes respondían “¡Presente!”.

En el Memorial se efectuó el acto central de conmemoración e hicieron uso de la palabra integrantes de  distintos Partidos Políticos tradicionales, Organizaciones de Derechos Humanos, Colectivos y Agrupaciones de nuevo tipo, los que coincidieron en resaltar el espíritu unitario en
La lucha por alcanzar la verdad, justicia y castigo a los responsables de las violaciones a los Derechos Humanos, más allá de las diferencias políticas e ideológicas que existen en otras materias. Se exigió, asimismo, el “término de los pactos de silencio”  de las instituciones armadas, las cuales, manifestaron los oradores, se han negado permanentemente a entregar antecedentes, argumentando carecer de ellos.
Durante este acto  hizo uso de la palabra el Intendente Gabriel Aldoney, cuyo hermano Jaime Aldoney Vargas,  fue detenido el 12 de septiembre de 1973 y hasta el día de hoy permanece como Detenido Desaparecido.
 Por último, la vocera de la Coordinadora por la Libertad de Mauricio Hernández Norambuena,  aprovechó la ocasión para explicar las inhumanas condiciones de prisión en que se encuentra este Compañero en Brasil, desde hace ya 14 años, e hizo un llamado a solidarizar con la campaña que llevan adelante por su libertad.
La conmemoración del 11 de septiembre acá en Valparaíso tuvo como elemento central el resaltar el papel primordial desempeñado por la Armada de Chile en el Golpe de Estado del año 1973, con José Toribio Merino a la cabeza,  y denunciar la sistemática violación de los Derechos Humanos en nuestra región a partir de ese momento por los uniformados. Es por eso que la consigna “¡La Armada chilena debe responder, matar a los chilenos no era su deber!” cobró especial  significado mientras era gritada por centenares de asistentes a esta actividad.
Bitácora de un Almirante    Plan Cochayuyo






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