DÍA INTERNACIONAL DE LOS DETENIDOS DESAPARECIDOS EN VALPARAÍSO
A partir de una actividad realizada el año pasado en el Memorial de los Detenidos Desaparecidos y Ejecutados Políticos, ubicado en Avenida Brasil, con motivo de la visita del Barco de la Paz a Valparaíso, un grupo de compañeras observó el abandono por parte de las autoridades del aseo y mantención de dicho lugar y decidió conformar una brigada con el objetivo de juntarse una vez al mes a limpiar y mantener en buenas condiciones el Memorial. Desde Enero de este año vienen realizando esta tarea y en torno a ella surgió posteriormente la idea de realizar actividades relacionadas con Derechos Humanos y el rescate de la Memoria, transformándose esta agrupación de voluntarias en un colectivo que denominaron “Brigada por la Memoria y los Derechos Humanos”. Precisamente fueron ellas quienes impulsaron una serie de actividades para conmemorar el día Internacional del Detenido Desaparecido acá en el Puerto. El día martes 29 se realizó el lanzamiento del libro “Los niños de la Rebelión”, de Mauricio Weibel, en el Centro de Extensión del Consejo de la Cultura en Plaza Sotomayor, el cual tuvo una masiva concurrencia, principalmente de muchachas y jóvenes
Ayer miércoles 30 se realizaron otras dos actividades programadas dentro de esta conmemoración. A las 18 horas, en la sala El Farol de la Universidad de Valparaíso se presentó la obra de teatro “Mi Abuelo Horacio”, del Colectivo teatral Aracata, dirigido por Malucha Pinto. Un emotivo montaje que muestra la vida de un abuelo, que inicia en la pampa nortina, en donde adquiere una conciencia crítica de clase que lo lleva a participar activamente en la lucha por los derechos de las y los trabajadores, y que tiene su mayor expresión en el luminoso período de la Unidad Popular, proceso en donde el entusiasmo, la creatividad y la fuerza por construir un mundo más justo llenaba día a día el quehacer cotidiano de millones de mujeres, hombres, muchachas, jóvenes, niños y niñas. Con un formato de cuentacuentos, a través del relato de su nieta Victoria, pudimos conocer la vida de Horacio Cepeda, Constructor Civil que ocupó cargos importantes en la Empresa de Transportes Colectivos del Estado y como Presidente del Instituto Chileno-Alemán de Cultura, siendo detenido y hecho desaparecer el año 1976, después de sufrir los bestiales horrores de la dictadura. Pero como expresó Malucha Pinto al finalizar la obra, “…más allá de la obscuridad y los horrores del período negro de la dictadura, lo que busca rescatar esta obra testimonial, son los tremendos destellos de luz que contienen las vidas de los miles de chilenos y chilenas que sufrieron la represión, la tortura y la muerte. Ese rescate de la Memoria Luminosa del Período de la Unidad Popular es una tarea pendiente que debemos enfrentar y resolver entre todos y todas…”
La jornada de ayer miércoles culminó con un acto en el Memorial de Avenida Brasil, en donde más de un centenar de personas concurrieron a rendir un homenaje a los luchadores y las luchadoras populares caídas. El Memorial estuvo coronado por velas encendidas, precisamente representando la luminosidad de la vida de cada una y cado uno de los nombres que aparecen escritos sobre el mármol negro, los cuales, además, eran mencionados a través de los micrófonos con una pequeña reseña leída por los conductores , como una manera de hacerlos estar presentes en esta conmemoración.
Representantes de distintos colectivos y organizaciones de Derechos Humanos hicieron uso de la palabra para resaltar el significado de esta conmemoración y, a nombre de la Brigada por la Memoria y los Derechos Humanos intervino la luchadora social Gabriela Correa, ex integrante del Codepu V Región, quien manifestó :
"Gracias a las compañeras de la Brigada por la Memoria y Derechos Humanos por permitirme hablar hoy en nombre de ellas. No es fácil reconocer que hay un día instituido para recordar, conmemorar o brindarles un homenaje a los Detenidos Desaparecidos. Hiere el alma, nos avergüenza, que sólo sea un día, que digan hoy es el día, rememoren, tráiganlos a la memoria, rindan un homenaje.
¿Y qué pasa con los 364 días restantes? ¿Qué pasa con los ciudadanos comunes y corrientes? Probablemente se consternen, se sientan tocados por la pena de los familiares. ¿Y qué pasa con las autoridades, con los militantes, con la justicia, qué pasa con la verdad? Ellos y Ellas fueron hombres y mujeres que lucharon por lograr en toda América y en Chile, una vida que fuera más digna para todas y todos, con igualdad, con equidad, con oportunidades, con pleno respeto a los Derechos Humanos. La lucha, ha sido dada, principalmente por los familiares, sin desconocer que otros también han aportado, pero son los familiares, hijos, madres, compañeros y compañeras, quienes han golpeado innumerables puertas, y que nos golpean hoy a nosotros con su permanente presencia, exigiendo verdad y justicia. ¿Dónde están y dónde estamos nosotros acogiendo sus gritos, sus legítimos gritos? ¿Dónde están los compañeros y compañeras de quienes fueron secuestrados, torturados y desaparecidos? Me pregunto ¿qué pasa con los jóvenes universitarios de hoy, con los trabajadores, con los profesionales médicos, arquitectos, matronas, profesores, enfermeras? ¿Qué pasa con nosotros -los chilenos- que no exigimos que nos digan y les digan la verdad, dónde están los Detenidos Desaparecidos? Exigimos justicia, no hay perdón para tanto crimen impune. Debemos continuar con nuestro compromiso, junto a los incansables, junto a los que creen que la verdad vencerá, a los que nos muestran caminos, a los que no transan, a los que nos enseñan que solo la lucha inclaudicable no nos hará perder fuerzas. Si bien es cierto han partido las y los mejores, han partido también sus madres, también es cierto que estamos -imperiosamente- llamados a tomar sus banderas. Y así poder decir -en un cercano día- COMPAÑEROS, ¡PRESENTES!, LA LUCHA YA LOS HIZO LIBRES. NI PERDÓN NI OLVIDO.”
Guillermo Correa Camiroaga, Valparaíso 31 de agosto 2017
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